La etapa siente es un proceso de observación y reflexión sobre el entorno, en donde se busca expresar los que no nos gusta y deseamos cambiar en nuestro alrededor. En esta lección revisaremos la serie de pasos que deben llevarse a cabo para identificar las problemáticas más relevantes de nuestra comunidad y decidir a cuál de ellas nos gustaría brindarle una solución. Recuerda, es el primer paso para tu proyecto social y es importante que vayas generando evidencias (fotografías) de todos los pasos de la metodología SEC.
Como lo observaste en el video, es importante reconocer que:
Si hacemos un recorrido en el pasado, los programas de educación básica han estado enfocados en dos técnicas básicas: memorización y repetición. Esto pareció funcionar parcialmente, pues muchas personas mayores recuerdan información aprendida en la escuela; sin embargo, no el porqué de esta.
Aunado a eso, también existía la tendencia a reprimir los sentimientos experimentados en el aula con premisas como: “No te quejes”, “No opines”, “No preguntes”, “Solo presta atención y calla”, “Las cosas son así y no existe un porqué”, entre otras que existieron y probablemente afectaron a varias generaciones.
Para dar respuesta a lo anterior, la Secretaría de Educación Pública en el modelo de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), contempla como eje central la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, y su objetivo es promover el aprendizaje de excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo del trayecto de su formación.
Uno de los principios de la NEM es la responsabilidad ciudadana, que implica la aceptación de derechos y deberes personales y comunes, donde se fomenta el respetar los valores cívicos esenciales de nuestro tiempo, los cuales son: honestidad, respeto, justicia, solidaridad, reciprocidad, lealtad, libertad, equidad y gratitud, entre otros.
Además, se busca promover la participación en la búsqueda del bienestar social, reconociendo los canales y espacios en que sus causas se pueden atender, fomentan la convivencia armónica y resuelven los conflictos, priorizando el consenso en una cultura de paz y con un hondo sentido comunitario.
Se busca que las y los estudiantes desarrollan la conciencia social que les permite actuar con respeto a los derechos humanos, y comprender que su participación es importante y tiene repercusiones en su grupo y comunidad.
Tal vez en alguna ocasión te has preguntado: ¿Por qué los sentimientos han sido reprimidos anteriormente en el contexto educativo? Si bien la formación en materias básicas es importante, el aprender a sentir, aunque parezca extraño, también lo es, pues ayuda a que los estudiantes aprendan a expresarse de acuerdo a sus habilidades; por ejemplo, a algunos les será fácil verbalizar, a otros dramatizar, o describir a través de una canción, o dibujar el cómo se sienten y por qué.
El sentimiento comúnmente se confunde con la emoción, pero su diferencia recae en que la emoción es básica, primitiva y aparece inmediatamente al presentarse un estímulo. Por ejemplo, si nuestra camisa o blusa nueva se mancha de comida accidentalmente, lo más probable es que nos sorprendamos al ser algo no esperado; mientras que en el sentimiento tenemos la capacidad de pensar y reflexionar conscientemente sobre lo que sentimos. Retomando el ejemplo, al mancharse nuestra ropa, nuestro posible sentimiento puede ser de indignación o enfado, pues porque probablemente tengamos que estar así todo el día al no poder cambiarnos.
Los sentimientos pueden clasificarse como positivos o negativos, algunos de los más comunes son:
- Enfado: Disgusto o mala disposición hacia alguien o algo.
- Odio: Un fuerte sentimiento de repulsión hacia una persona.
- Tristeza: Un estado que provoca malestar y algunas veces llanto.
- Indignación: Malestar ante algo que se considera injusto
- Impaciencia: Sentimiento de necesitar algo ahora.
- Envidia: Sentimiento que se produce al desear algo que no se tiene y que posee otra persona.
- Venganza: Ganas de devolver un mal que nos han hecho, pero no necesariamente hay que llevarla a cabo.
- Celos: Sentimiento que surge al pensar que se va a perder a alguien que se ama.
- Euforia: Cuando nuestra percepción de la vida es magnífica.
- Admiración: Cuando contemplamos positivamente a algo o alguien.
- Afecto: Es una sensación placentera al conectar con alguien.
- Optimismo: Cuando percibimos la vida positivamente y sin miedo a los retos.
- Gratitud: Cuando sentimos agradecimiento por algo o por alguien.
- Satisfacción: Bienestar por algo que ha ocurrido o por haber logrado algo.
- Amor: Es un sentimiento complejo que nos permite expresar lo mejor de nosotros mismos.
- Agrado: Cuando algo nos produce gusto.
Ahora bien, con esta nueva realidad, las y los alumnos que reciben una gran cantidad de estímulos que influyen en gran medida en su formación y que tienen acceso a múltiples y novedosas tecnologías, es importante no dejar de lado sus sentimientos y enseñarlos a expresarlos y canalizarlos de forma positiva; esto no quiere decir que sea malo que tengan sentimientos negativos, es algo natural en el ser humano: el punto es saber utilizarlos para cambiar lo que les molesta, de forma que todos se beneficien y nadie salga lastimado.
¿Pero cómo sentir para transformar?
Teniendo identificados los sentimientos podemos reconocerlos en los estudiantes; no obstante, es importante que ellos mismos los identifiquen y su porqué, y sobre todo, que tomen acción. Podemos considerar que existen 5 etapas en el proceso del sentir:
Los sentimientos pueden experimentarse desde el aspecto físico o mental, pues casi siempre una se relaciona una con la otra. Por ejemplo, cuando nos sentimos tristes, podemos sentir un nudo en la garganta o en el estómago, o cuando sentimos euforia podemos estar muy activos y con ganas de hacer muchas cosas.
Aplicando las 5 etapas en nuestras y nuestros estudiantes, puede quedar el siguiente modelo.
De acuerdo con el ejemplo anterior, podemos reconocer la importancia de ayudar a nuestros estudiantes a verbalizar o expresar del modo que deseen, sus sentimientos, pues ¿quién sabe? Tal vez alguno de ellos pueda ser motivo para un proyecto que cambie e impacte a todo un entorno. Recuerda que los niños de hoy, son los innovadores del mañana. ¡Empieza a actuar con ellos hoy!